Ser mamá es descubrir el sentimiento más profundo, real puro y sincero que pueda conocerse. Es un amor que va más allá del tiempo y el espacio; no conoce condiciones, horas, límites ni fronteras; es más profundo que cualquier océano y más infinito que el propio cielo; es capaz de darlo todo sin esperar nada a cambio. Es un «AMOR INCONDICIONAL»